Invitamos a todos los que deseen compartir esta celebración el Sábado 18 de Octubre en los Santuarios y el Domingo 19, en la Catedral de Temuco, a las 18 horas.
Se celebra un acontecimiento histórico, una irrupción de Dios, de carisma Mariano.
[dropcap]E[/dropcap]l 18 de octubre de 1914, el Padre José Kentenich con un grupo de jóvenes seminaristas, le pidieron a la Virgen María que se estableciera en su Capillita en el Valle de Schoenstatt – Alemania y desde ahí los educara y transformara en hombres nuevos, libres, fuertes y sacerdotales para responder a los desafíos que ellos tenían que enfrentar en esos momentos.Se festeja con gozo y alegría este tiempo de Dios, un tiempo de gracias para el Movimiento. Es un año donde la misericordia de Dios se hace presente, ya que tenemos mucho que reparar por las faltas de estos 100 años de historia.
El Santo Padre Francisco ha concedido las gracia de la indulgencia plenaria durante este año a todos los Santuarios de Schoenstatt, por eso los invitamos a nuestro Santuario de Ayinrehue y aprovechar esta oportunidad que nos concede Dios.
Celebramos mirando los desafíos que se nos plantean en los próximos 100 años.
Un Jubileo mira la historia pero, sobre todo mira el futuro y es así que queremos aportar nuestro carisma mariano, familiar, laical a la Iglesia y responder a los desafíos que nos plantea la sociedad de hoy.
Nuestra misión continúa realizándose y aun falta mucho por hacer. Nuestro Fundador nos legó muchas enseñanzas y, especialmente, a descubrir al Dios Providente, él nos decía “ hay que caminar con la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios “
Hermana María Alejandra Caselli, Ayinrehue
Cien Años de Schoenstatt
Una experiencia de vida en familia
[dropcap]C[/dropcap]on motivo de la celebración del Año Jubilar de Schoenstatt, en que celebramos sus cien años de fundación, desde aquel 18 de Octubre de 1914, nuestro corazón quiere celebrar, renovar y agradecer por esta obra familiar mariana.Queremos regalar nuestra experiencia de vida matrimonial y familiar, sustentada en los cimientos de este carisma mariano. Cuando recién comenzábamos la vida de nuestro matrimonio, fuimos invitados a participar en la Rama de Matrimonios. Lo más atractivo para nosotros, fue que el Movimiento nos ofrecía una pedagogía matrimonial que nos invitaba a conocernos y autoeducarnos.
La educación de nuestros cinco hijos, su propio crecimiento espiritual, la superación de los inevitables y pedregosos caminos de la vida conyugal y, esencialmente, el arraigo espiritual al lugar de gracias que es el Santuario, todo lo hemos encontrado allí.
Schoenstatt nos ha regalado el Santuario, allí ha sido evidente el amparo que encontramos permanentemente en el corazón de la Santísima Virgen, donde hemos aprendido a confiar filialmente en Dios Padre y a vivir la fe, en la Divina Providencia. Como familia le hemos pedido a María que nos dé la gracia de la autoeducación y la docilidad para dejarnos educar por ella y así ser instrumentos aptos en sus manos, para las distintas tareas de la vida familiar, profesional y de la Iglesia.
Al igual que a nosotros, un día los invitamos a participar del Movimiento, donde podrán experimentar en forma vital, el amor familiar y el arraigo espiritual en el corazón de la Madre del Señor.
Familia Solis Guzmán, matrimonio de Ayinrehue