El sábado 16 de Mayo del 2015 recién pasado, a las 07:00 horas, se lleva a cabo una nueva fundación, una nueva hazaña apostólica, una nueva comunidad, un nuevo momento de Dios.
Los Madrugadores llegaron a la Parroquia del Espíritu Santo de Temuco, con la alegría, el abrazo fraterno y la disposición para tener un encuentro especial.
Fundar una nueva comunidad, es poner la bandera o hito apostólico y establecerse en propiedad, para producir desde ahí una resultante creadora donde confluyen las voluntades y el deseo de ser discípulos en el silencio de la mañana.
La homilía del Padre Rogelio con un sello fuertemente mariano nos interpelaba en lo más profundo de nuestros corazones a revisar nuestra vida bajo el telón de fondo planteado por el Papa Francisco como año de la Misericordia. La virgen María ha sido la maestra y educadora en la misericordia y nosotros como madrugadores, corriente de vida mariana, tenemos que cultivar la gracia de la misericordia con nuestros semejantes, sobre todo en nuestro país, en nuestra región, en nuestra casa, en nuestra familia y en nuestros trabajos.
Si tuviéramos que definir una Madrugada Fundacional, se podría decir que es como el paraíso, el cielo, o la pradera soleada, un monte tabor, un lugar de Dios, donde una comunidad de hermanos se vinculan formando una comunidad de corazones.
Una fundación produce una explosión de amor, que crea una contracorriente frente a toda la atmósfera de división y desencuentro que existe a nuestro alrededor. Se trata entonces de una avanzada o una irrupción movida por el Espíritu Santo que se manifiesta en la movilidad de comunidades varoniles a través de encuentros de madrugada.
Los Madrugadores, no tienen ninguna estructura ni organización formal, cada comunidad es libre de realizar sus madrugadas como más los identifique y realizar sus propios apostolados. Y los une el amor a Dios y la madrugada que cada quince días en un horario de gracias, es decir, a las siete de la mañana les permite a los varones encontrarse con la Virgen María y su hijo Jesucristo, sin quitarle tiempo a la familia.
El fundador de este movimiento es Octavio Galarce. Fue él junto a Ramiro Bravo, que comenzaron esta corriente de vida. Lo más impresionante hasta la fecha, es la fidelidad que mantuvieron durante diez años, junto a otros hermanos que se le unieron en la tarea de acompañar y dar vida al recién bendecido Santuario Hijo del Padre para una Tierra Santa Mariana. Fueron por ese lapso la única comunidad de Madrugadores en el mundo. Luego de ese tiempo el Espíritu Santo inundó con llamas de amor y el movimiento comenzó a expandirse en todo Chile y el extranjero.
Fuente: Comunicaciones Temuco
Fecha: 26/05/2015