Se celebra un acontecimiento histórico, una irrupción de Dios, de carisma Mariano.
[dropcap]E[/dropcap]l 18 de octubre de 1914, el Padre José Kentenich con un grupo de jóvenes seminaristas, le pidieron a la Virgen María que se estableciera en su Capillita en el Valle de Schoenstatt – Alemania y desde ahí los educara y transformara en hombres nuevos, libres, fuertes y sacerdotales para responder a los desafíos que ellos tenían que enfrentar en esos momentos.Se festeja con gozo y alegría este tiempo de Dios, un tiempo de gracias para el Movimiento. Es un año donde la misericordia de Dios se hace presente, ya que tenemos mucho que reparar por las faltas de estos 100 años de historia. .
El Santo Padre Francisco ha concedido las gracia de la indulgencia plenaria durante este año a todos los Santuarios de Schoenstatt, por eso los invitamos a nuestro Santuario de Ayinrehue y aprovechar esta oportunidad que nos concede Dios.
Celebramos mirando los desafíos que se nos plantean en los próximos 100 años.
Un Jubileo mira la historia pero, sobre todo mira el futuro y es así que queremos aportar nuestro carisma mariano, familiar, laical a la Iglesia y responder a los desafíos que nos plantea la sociedad de hoy.
Nuestra misión continúa realizándose y aun falta mucho por hacer. Nuestro Fundador nos legó muchas enseñanzas y, especialmente, a descubrir al Dios Providente, él nos decía “ hay que caminar con la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios “.