Santiago Silva Retamales, Obispo Castrense de Chile, ha dado a conocer un mensaje recordando la dignidad de la persona humana, rechazando la violencia que no respeta a quienes tienen derecho a manifestarse en paz, condenando el incendio del templo San Francisco de Borja y expresando cercanía a la comunidad que celebra su fe en la Iglesia institucional de Carabineros de Chile.
- La persona humana, sea cual sea su condición, merece respeto y dignidad. Sólo Dios es su Señor, como nos recordaba el pasaje del Evangelio de nuestras Eucaristías de ayer Domingo: «Den al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios» (Mt 22,21).2. Rechazamos categóricamente la violencia de grupos que no respetan a las personas ni su derecho a manifestarse en paz, abriendo así el camino para un Chile cada vez más justo y equitativo, donde los más pobres sean atendidos en sus necesidades. Y con la misma energía rechazamos las acciones vandálicas contra todo lo que las personas necesitan para su subsistencia, para vivir en sociedad y para expresar su fe y su amor a Dios.3. Porque rechazamos todo tipo de violencia que destruye la construcción de una sociedad más justa, respetuosa y fraterna, condenamos el atentado al Templo san Francisco de Borja – la Iglesia Institucional de Carabineros de Chile-, lugar de culto donde se reunía la comunidad cristiana a compartir su fe y la oración, a celebrar los sacramentos y a realizar acciones de servicio en beneficio de otros. A él acudían muchos buscando al Señor como fuente de paz, guía para su caminar, fortaleza en medio de las dificultades. El Templo ya había sido saqueado e incendiado en enero del presente año, luego del inicio de la crisis social, y lo que quedó, ayer lo volvieron a profanar.
4. Como Obispo y con los capellanes del Obispado Castrense manifestamos nuestra cercanía humana y espiritual a Carabineros de Chile y sus familias, junto a los fieles civiles del sector del Templo que durante años han celebrado su fe y sus sacramentos en la Iglesia institucional. Les invito a mantener la fe, la esperanza y el amor en Dios. Este grupo de violentistas que han quemado el Templo no destruirá nuestra fe, que es la fe de la Iglesia en cuanto comunidad del Señor resucitado que con la entrega de su vida venció la maldad y la violencia.
5. Invito a todos los fieles del Obispado Castrense y a las personas de buena voluntad a hacer oración particularmente por aquellos que hacen de la violencia su estrategia para cambiar Chile, sin entender que la violencia sólo engendra violencia.
+ Santiago Silva Retamales
Obispo Castrense de Chile