“Que Dios le dé a esta comunidad y a cada uno de ustedes el newen que necesitan, la fuerza de siempre, para vivir el día a día, para vivir en la familia, para vivir en la comunidad y que Dios nos bendiga con todos sus dones”, manifestó monseñor Jorge Concha Cayuqueo, obispo de la Diócesis San José de Temuco, en su primera visita al terreno parroquial de Newen Wenu Chaw y al festejo del Wüñoy Xipantu, nueva salida del sol.
La ceremonia comenzó con la bienvenida de las comunidades mapuche al obispo, quien agradeció la invitación y el poder compartir junto a los hermanos y hermanas mapuche. Posteriormente, se realizó la celebración de la rogativa, llellipun, para agradecer y pedir al Padre Chaw Ngenechen por el nuevo ciclo que se inicia en este Nuevo Año Mapuche.
Al concluir la emotiva rogativa con la presencia de Machis y Lonkos de las comunidades, se bailó el choike purrun, tras el cual se compartió un Misawün junto al obispo.
“CHAW PADRE DIOS, DIOS VERDADERO QUE ES ÚNICO, ES DE TODOS LOS PUEBLOS”
El Obispo señaló que, en la celebración de este nuevo año, “Este debería ser el comienzo de cada año, el que tiene que ver con la naturaleza, con la madre tierra, con el hermano sol, con la naturaleza. Estoy seguro que Dios recoge con alegría nuestra oración y la disposición que hay en el corazón de cada uno, con la oración hecha con sencillez, con sinceridad, con buenos sentimientos, es acogida por Dios y nosotros la hacemos desde un corazón también confiado”.
Expresó que la fe es confianza en Dios, “Nosotros necesitamos día a día, casi minuto a minuto confianza, unos con otros, necesitamos confiar en la palabra del otro, por ejemplo, de cualquier familiar, de los que están cerca y necesitamos de la misma forma esa confianza respecto de Dios, necesitamos de Él, porque Él es nuestro creador, es nuestro Señor de la vida que está dentro de nosotros, más de lo que nosotros pensamos, porque Él es el dueño de la vida”.
Planteó que, en la docilidad del espíritu de cada uno, “Es una apertura para estar en sintonía con ese Dios que es amor y que se traduce también en luz para guiar nuestros pasos, nuestro caminar, como personas, como comunidad, como pueblo todo. Pedirle a Dios la gracia de confiar entre ustedes, entre cada uno pero sobre todo la confianza en Él, en el Dios grande, que es misericordioso, que es bueno, que es justo, que es verdadero. La fuerza de Dios, el newen, que encuentra su puente en Él que es el Creador, que el chaw Padre Dios, Dios verdadero que es único, pero que es de todos los pueblos, también de nuestro pueblo, de nosotros los mapuche, es de nuestro pueblo, con distintos nombres, pero es nuestro Creador”.
El matrimonio de Claudia Ramos Caniumil y Gerardo Neilaf Huenle, son los animadores de la comunidad Inmaculada Concepción de Rinconada, una de las 10 comunidades que tiene la Newen Wenu Chaw, destacaron su gratitud, señalando que: “Es una ocasión muy especial, esta celebración que se está haciendo a nivel parroquial, junto a nuestro párroco Juan Leonelli, los diáconos Dorian Cánovas y Gerardo Ross con la presencia del obispo que viene llegando a la Diócesis, es muy significativo, que sea una de las primeras comunidades y que sea un obispo mapuche también es muy importante para nosotros, lo hemos tenido muy presente con tanta emoción de recibirlo junto a todas las comunidades, todos hemos trabajado en conjunto con alegría para poder recibir a nuestro obispo en esta Fiesta de nuestra parroquia y de nuestro pueblo mapuche”.
La señora Hortensia Caniumil, de la Comunidad Chanquín, con mucha emoción, señaló: “Estoy muy contenta, oramos mucho para que hoy día no lloviera, entonces ahí se ve como Dios nos escucha a nosotros, Él nos escucha cuando oramos y esa es la fuerza de nuestro Padre Chaw Ngenechen, que nos da para nosotros seguir creyendo en Él, porque este es un tiempo donde el Nuevo Año como le llamamos nosotros los mapuche, todo se renueva, empiezan los árboles, cambian su manera de ser, de brotar, empieza el brote. La lluvia que pasó estos días, fue una purificación, Dios nos purificó a cada uno, porque lavó la tierra, porque si hay algo malo que hubo, todo lo sacó, todo lo lavó enormemente y esa es la fuerza de Dios muy grande que está en nosotros en este momento, nos está protegiendo Él, con la fuerza de Dios, salimos adelante y estamos reunidos y más todavía estamos contentos con nuestro Pastor, nuestro Obispo que ha venido aquí a nuestro territorio”, recalcó en la unión de todos porque “ Dios no hizo diferencia en personas ni la raza ni nada sino que todos somos iguales dijo el Señor”.
Leoncio Queupul, de la comunidad San José Obrero, sector Conoco Grande de la parroquia Newen Wenu Chaw, manifestó su agradecimiento a Dios por todas las bendiciones recibidas, señalando que “Agradecer a Dios por el año que se va, porque terminó bien todas las comunidades y también le hemos pedido para que este año sea mejor. Agradecer por todo lo que hace por nosotros durante el año, porque Él nos cuida, el Padre Dios, no podemos estar así sin Dios, hay que estar con Él para que Él nos proteja, nos libre de todo mal, por eso estamos haciendo esto para agradecer, para que reconozca que lo amamos de todo corazón. Nosotros, los mapuches que somos, lo hacemos de esta forma con el purrún, con el canto, el baile”.