Diócesis de Temuco

Despedida a Hermanas Auxiliares Parroquiales de Santa María

La Comunidad de la Parroquia del Espíritu Santo, en una emotiva celebración, manifestaron su gratitud y afecto a las queridas religiosas, que tras 27 años de la Congregación con una valiosa presencia en nuestro país, retornan a su  país.

La Congregación tiene como objetivo inicial, como decía su fundador Padre Carboni, es colaborar con el sacerdote,  “hacer de la Parroquia comunidad de comunidades, un lugar de acogida, con espíritu de familia, por eso ve importante integrar el aporte de la mujer a la misma. Así comienza a pensar en la fundación de Hermanas dedicadas a este servicio. Les dice a las Hermanas: “Las Auxiliares Parroquiales deben poner y tener su vida, su corazón y su alma en la Parroquia, allí está su casa, su Jesús, su Dios, por cuya gloria se inmolan” “Con la oración y con toda clase de actividades ustedes están al lado del sacerdote. El Espíritu propio de esta Congregación es, pues, un espíritu Sacerdotal”. Es así como junto a la Hna. Lucía Gil Elizalde funda la Congregación un 13 de Octubre de 1933 en B. Aires, Argentina.

Con este fin las hermanas llegan a colaborar a esta porción de la Diócesis de Temuco y por 22 años un 10 de Mayo 1992, con el beneplácito de nuestro Obispo Sergio Contreras Navia, para asentarse en la Parroquia Del Espíritu Santo, siendo su Párroco Ramiro Estévez Tascón. Ellas: Graciela Firpo, Blanca Bregan y Reneé Batalla,  son acogidas en la casa de la Comunidad Eclesial de Base Inmaculada Concepción, siendo las primeras religiosas en participar de la misión encomendada.

Como en toda congregación religiosa, ellas permanecen solo algunos años en cada lugar y deben participar de misiones en otros lugares. Por tal razón han participado de esta labor las Hermanas:  Graciela Firpo, Blanca Bregant, Reneé Batalla, Cristina Mondino, Mónica Dolzani, María Delia Pisano (Q.E.P.D.), Celia Scota (Q.E.P.D.), Marta Rey, Líbela Sainz, María Ester Espinoza, Cristina Inés Silva, María del Carmen Flores y Clelia Alanda.

Pasado algún tiempo, las Hermanas dejan la casa de la Comunidad Inmaculada y se trasladan hasta la calle Recreo, su nueva casa habitación, desde donde siguen con la evangelización parroquial.

Durante el año 2014, en el mes de Diciembre el Obispo, monseñor Héctor Vargas, solicita a las Hermanas dejar la Parroquia para colaborar en una vecina, la Parroquia De la Santísima Trinidad ubicada en el sector Fundo El Carmen.

En nuestra ciudad de Temuco, quedan dos retoños de esta congragación, dos laicas consagradas Claudia González y Berta Palma, dos chilenas y de la Parroquia.

Hoy, después de 25 años de servicio pastoral, regresan a su país natal, escuchando a la Voz superior para seguir con la gran labor asignada a cada una de ellas en la gran construcción del Reino de Dios desde la acción, la sencillez y hospitalidad.

Testimonio…

“Dios en su infinita ternura  nos convocó a las Hermanas Auxiliares Parroquiales de Santa María y nos envió a este querido país hace 27 años. Desde la escucha atenta a la Palabra nos fuimos encarnando en esta realidad, adentrándonos y compartiendo la  vida en su riqueza pluricultural. Fue un tiempo de aprendizaje mutuo, de  acogida, de hospitalidad, de mano tendida, de abrazos, donde intentamos  ser de corazón “hermanas “de cada uno de ustedes. Fueron espacios de encuentros, de amistad, de celebración, de servicio y misión, con un corazón sacerdotal inclinado hacia los hermanos más pobres. En la simplicidad de lo cotidiano, fuimos poniendo nuestro ser femenino en la pastoral, en colaboración con  cada sacerdote con quienes compartimos, para hacer de la Parroquia comunidad de comunidades, con espíritu de familia. Nuestro corazón y el de cada una de las hermanas que tuvieron la gracia de vivir entre ustedes, en esta querida Araucanía, en la Diócesis de San José de Temuco, estamos atravesadas por las huellas que Dios  ha dejado en veintidós años compartidos en la Parroquia Espíritu Santo y cuatro años y medio en la Parroquia Santísima Trinidad, Dios fecunde tanta vida compartida. En este aquí y ahora sentimos una nueva invitación del Señor a volver a nuestra tierra Argentina, nuestro corazón tiene sentimientos encontrados, lo llevamos llenito de nombres, de rostros,  de agradecimiento a Dios y a cada uno de ustedes. El compromiso es nuestra oración y ofrecimiento por este querido Pueblo de Dios que peregrina en Chile, por sus búsquedas y sueños. La Virgen del Perpetuo Socorro los cubra con su corazón maternal”. Hermana Clelia Alanda

“Aquí en la parroquia Del Espíritu Santo, ellas estuvieron 22 años de servicio. Estamos muy agradecidos por su trabajo, la gente las quiere mucho, ellas vivían muy insertas en los sectores de la parroquia y desde allí ayudaban a la evangelización, misión, acompañamiento, muy cercanas desde su propia espiritualidad al trabajo pastoral, en la formación, solidaridad, el visitar las familias, el compartir la fe y eso se agradece mucho y muy agradecidos de Dios”.Pbro. Rogelio Henríquez, párroco Del Espíritu Santo