El catequista es una persona al servicio de la evangelización del pueblo de Dios. Su compromiso con la Iglesia le conduce a formarse para guiar debidamente a niños, jóvenes y adultos en su relación íntima de fe con Dios y su conocimiento doctrinal. Es por esto que el catequista debe caracterizarse por poseer algunas cualidades particulares para enseñar y guiar, y a la vez amar a Dios, a la Iglesia y tener un compromiso social de evangelización.
Al celebrar el Día del Catequista, la Parroquia San Buenaventura de Angol, con el propósito de reconocer la importante y esencial labor de los catequistas y apoyarles en su madurez y formación, realizó un taller de autoconocimiento y autoestima acentuando, pastoralmente, el conocerse mejor así mismo para servir mejor. Se puso mucho énfasis en la necesidad de formarse bien pero también de conocerse bien, ser realistas consigo mismos y con la vida actual para responder a los grandes desafíos de hoy. El Párroco ha señalado que hay grandes desafíos en el camino para avivar, estimular y recuperar la fe donde en muchos se ha ido debilitando y en otros se ha ido perdiendo, señaló que: “La mejor forma de evangelizar es, ciertamente, hablar de Dios, enseñar sobre el misterio de su gran amor pero sobre todo, vivir lo que Jesús nos enseña, y para eso es necesario conocerse, aceptarse, quererse y buscar servir con todo lo positivo que tengamos, redimiendo junto al Señor, en nosotros, todo lo que sea necesario. Un catequista, no es un maestro, es un testigo que habla de su experiencia de su vida con Dios”.
Durante la celebración de la Eucaristía, en la víspera de la Solemnidad de la Ascensión del Señor, los catequistas, renovaron su compromiso con la evangelización y su fidelidad a las enseñanzas de Jesucristo y su Iglesia, recibiendo el reconocimiento del Párroco, Padre José Miguel, quien dijo: “Gracias, muchas gracias a cada uno de ustedes por el servicio a la Iglesia, por su fidelidad a la Iglesia, y por el tiempo y dedicación que entregan en esta parroquia franciscana”. Con el anhelo de motivar a los catequistas en la importancia de su servicio se agradeció especialmente y reconoció el trabajo de quienes por más de 30 años y 50 años han estado unidos a la Parroquia sirviendo, como catequistas, junto a los Hermanos franciscanos. Por el servicio de más de 50 años se entregó un diploma a doña Cecilia Linfati y Adelaida Urrea (que por motivos de salud no estuvieron presente) y a don Pablo Juan Covili. Por más de 30 años de servicio se les entregó un diploma a don Nolberto Castillo y don Nelson Ormeño.
De este modo, la celebración concluyó con una apetitosa y cuidada cena en los salones de la Parroquia en el día del catequista.