En el último domingo del mes de la patria, las parroquias de los decanatos de Angol, Victoria, Imperial, Temuco Norte y Sur, celebraron el Día de Oración por Chile, día en que la Santísima Virgen del Carmen es invocada, de manera especial en nuestra Patria, como Madre y Reina de Chile, Patrona y Generala Jurada de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad, títulos que son fruto del reconocimiento especial de la protección de la Madre de Dios a lo largo de nuestra historia.
En la ciudad de Temuco, se realizó una procesión, que comenzó en el frontis del Destacamento de Montaña N°8 Tucapel, donde participaron diversas delegaciones de las Fuerzas Armadas y de Orden, quienes se dirigieron hasta el Templo Catedral.
La Santa Misa, fue presidida por el Pbro. Juan Andrés Basly Erices, Administrador Diocesano, quien se refirió a la protección de la Madre de Dios por nuestra patria, “Es tan evidente la importancia de la Virgen María en la vida de los cristianos, es cosa de mirar a Jesús; la madre de Jesús contempló de cerca y de lejos, en todo tiempo a su Hijo, por lo tanto queridos hermanos y hermanas es tan evidente, es tan claro que si nosotros queremos ser como Jesús, que para eso hemos sido bautizados, que para eso hemos sido puestos en este Mundo, si queremos ser como Jesús, tenemos que vivir la vida cerca de María y hacer también oído de lo que ella nos dice: “Hagan todo lo que Él les diga” y se multiplicará vuestra vida de bendiciones”.
Recordó, además, las palabras de nuestro querido santo chileno, “El Padre Hurtado decía que la Virgen no ejerce poder sobre nosotros, sino que nos influye. La Virgen Santísima como las madres, es experta en crear el clima adecuado, el clima que María crea es el clima adecuado para escuchar a Jesús, para contemplar a Jesús y para imitar a Jesús”.
Señaló a que en nuestra Patria tengamos hombres y mujeres mejores para que el país sea mejor, para que la familia sea mejor, necesitamos personas mejores, “De nada servirán todos los esfuerzos de hacer leyes y constituciones nuevas, de construir casas nuevas, de fundar hospitales y colegios, de nada servirá si no tenemos personas nuevas, con un corazón nuevo, con un espíritu nuevo, personas que realmente vivan su fe”.
Enfatizó sus palabras diciendo que, en el Día de Oración por Chile, “Pedimos a la Madre de Dios que todos nosotros: gobernantes, Fuerzas Armadas y de Orden, papás, mamás, adultos, adultos mayores, jóvenes, niños, sacerdotes, religiosas, a todos nosotros, la Virgen nos influya para que nosotros vayamos creciendo como testigos del Evangelio, para que hagamos todo lo que ella nos dice”.
Pidió también, por la protección de nuestra tierra, las aguas, nuestra casa, que guie a quienes nos gobiernan y nos muestre el camino de la esperanza y fijemos nuestra mirada bajo su amparo. Al concluir la celebración, se brindó un pie de cueca a los pies de Nuestra Señora del Carmen, Reina y Madre de nuestra.