Diócesis de Temuco

Obispo de Temuco profundizó en el Diálogo para un auténtico encuentro

La solemne celebración para conmemorar un nuevo aniversario patrio, la Diócesis San José de Temuco, realizó en el Templo Catedral, por primera vez un Te Deum Ecuménico, ceremonia que presidió  Mons. Jorge Concha Cayuqueo, Obispo de Temuco junto a los Pastores de las Iglesias hermanas.

Acción de Gracias, que se inició con el ingreso de nuestros emblemas patrios y posterior, el resonar del instrumento ancestral, el Kul-Kul, a cargo de don Rigoberto Queupul Calfiñir, marcó el comienzo de la jornada, donde fueron convocadas Autoridades Civiles, Judiciales, Religiosas, Militares y de Orden Público y Seguridad, para orar desde esta Región de La Araucanía y por Chile, quienes, junto a los fieles, cantaron el Himno Nacional, interpretado por la Banda Instrumental del Destacamento de Montaña Nº 8 Tucapel de Temuco.

Luego, en el acto penitencial, Luciano Rivas Stepke, Gobernador Regional; Marcelo García Soto, Plan Buen Vivir; Claudia Ramos Caniumil, Com. Inmaculada Concepción de la Parroquia Newen Wenu Chaw, elevaron sus palabras del perdón.

En la Liturgia de La Palabra, el Pastor de la Primera Iglesia Bautista de Temuco, Don Edgardo Salamanca Mancilla, entregó su reflexión en este día, del 18 de septiembre.  Seguido por las palabras que entregó el Pastor de la Iglesia Metodista, Reverendo Jaime Medina Cárdenas, Pastor de la Iglesia Metodista y el Pastor de la Iglesia Luterana, Don Eduardo Rojo Vogel, sentidas y emotivas palabras que culminaron con la oración con el Salmo 66.

Tras la lectura del Santo Evangelio, el obispo diocesano, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, entregó su homilía, donde dio gracias por todos los dones que el Señor nos da en esta tierra y su gente, “gracias por levantarnos y caminar cada día con renovada esperanza; y especialmente hoy, Señor Grande y glorioso, te damos gracias por Chile, y por todas sus gentes, por los que echan aquí sus raíces desde tiempos inmemoriales, por los pueblos ancestrales, por el pueblo mapuche”. Además, expresó su gratitud por los que trabajan por la paz y la justicia, por la Comisión para la Paz y el Entendimiento y por todos los esfuerzos, de organizaciones y personas, que buscan encontrar solución a los problemas de nuestra región.

Profundizó su mensaje en que Jesús enseña que lo importante son los cimientos de la vida y de las obras que realizamos, si los fundamentos son seguros, confiables, “Jesucristo es la Roca firme, (…) una vida bien cimentada resiste mejor las tormentas que aparecen en el camino”, expresó también de los problemas que nos afectan, siendo ataduras que no nos dejan ser libres y nos deben ocupar, como las situaciones de injusticias con los pueblos originarios, el dolor de situaciones de 50 años que siguen causando dolor a muchas familias chilenas. Las desigualdades e inequidades, que generan gran parte de la pobreza con tantas consecuencias en el malestar social, “Muchos de los nuevos problemas tienen que ver con los problemas profundos no resueltos a lo largo de nuestra historia. Son voces, a veces gritos, que claman y esperan por una solución justa y definitiva”, planteó esto provoca el descontento social, siendo hechos que repercuten en el alma de Chile, “ los hechos en sí, generan temor, paralizan, coartan, merman la vida y la libertad de los habitantes de esta patria común, y en particular en algunos sectores de nuestra región”.

Destacó que hay factores fundamentales para vivir en paz, para trabajar y progresar, “El respeto a la vida de las personas, la justicia, las garantías necesarias para trabajar, contar con servicios básicos fundamentales para la vida personal y familiar, el buen trato de unos a otros y hacia toda la creación, el poder transitar seguros por calles y caminos, no vivir amurallados, todo eso y mucho más, amplían nuestra libertad y son fundamentales”.

El construir la PATRIA entre todos

Planteó, además, en que esto es responsabilidad de todos quienes habitamos esta patria, somos responsables del Chile mejor que soñamos, “La evolución del pensamiento y de la política, nos dice que los procesos participativos pueden generar mejores y más duraderas soluciones a los problemas, y al mismo tiempo fortalecen la unidad en la vida social y en torno a los propósitos”.

Apeló a que el diálogo es herramienta fundamental en los grandes desafíos que hay en la región de La Araucanía, “Pero hay que tener presente que, en el arte del diálogo, primero, hay que aprender a escuchar, no sólo como expresión de respeto, que ya es importante, sino como expresión de apertura para que se produzca un auténtico encuentro. De un encuentro profundo puede surgir una mirada nueva, compartida, acaso como una verdadera luz. Para el diálogo con escucha con apertura hay que situarse, dar tiempo y hacer silencio; dejar las voces de la rutina, las directrices foráneas, alejadas de la realidad a la que se quiere servir”.

“La humildad, en la escucha y en toda la vida, no hay que mirarla en menos, hay que hacerle lugar en el corazón y en el mundo de las relaciones; es fundamental cuando se trata de buscar la verdad, porque la humildad nos lleva a Dios y, por lo mismo, nos lleva a lo esencial, superando las banalidades y lo superficial, en un mundo en que cuentan tanto las apariencias. Hay que estar dispuestos al perdón de corazón, cuando corresponda, para dar paso a la reconciliación y para reconstruir las relaciones y las confianzas. Un diálogo de calidad es extremadamente necesario para hacer frente a los problemas de nuestra región, aquellos antiguos y los nuevos”, enfatizando en que hay mucho que construir o reconstruir, donde es posible con un trabajo delicado, participativo, sostenido y conducente, como el trabajo del artesano, que pone todo lo de sí, sellando sus palabras con el salmo 95, 7, “Ojalá hoy escuchemos su voz, no endurezcamos nuestro corazón”.

Después de la homilía, se elevó oración y se puso a Chile en las manos del Señor de la vida y de la historia, para dar gracias y pedir bendiciones para sus hijos e hijas, donde el Presbítero Juan Andrés Basly Erices, Vicario General de la Diócesis San José de Temuco, hizo oración por la Iglesia. El Senador José García Ruminot, oró por nuestra Región. El Señor Javier Asencio Piñeiro, Coordinador de Catequesis, de la Parroquia Jesús Obrero de Temuco, pidió por el mundo político. La Señora Amada Moncada Gutiérrez, Presidenta de la JJ.VV. , de San Antonio, miembro de la Comunidad San Antonio de Padua de La Parroquia Corazón de María, elevó su oración por el mundo del trabajo. La Estudiante, Señorita Xaviera Ravanal Valdebenito, oró por las familias y por los jóvenes.

También, Nelson Lifet, Migrante de la Comunidad Haitiana, e integrante de la Agrupación Social Lakay se Lakay, pidió por los Migrantes y Refugiados. El Capitán Cristian Gebauer Nova, del Destacamento de Montaña N°8 Tucapel, entregó su oración por las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad Pública y el Pastor Ronny Venegas Montecinos, Encargado de la Oficina Municipal de Asuntos Religiosos de la Municipalidad de Temuco, oró por la Unidad de Los Cristianos, plegarias elevadas junto al aroma y destellos del humo del incienso.

Nuestro Pueblo MAPUCHE

En esta Acción de Gracias, los hermanos del Pueblo Mapuche hicieron una rogativa por nuestra patria y por nuestra región, emotivo momento que realizó la hermana Mercedes Pichelen Aniñir, de la Comunidad San Sebastián de la Comuna de Galvarino, junto a la Hermana Celinda del Carmen Antileo Santander del Sector Percan de Galvarino, al Hermano Enrique Cayul Melinao de la Comunidad Nilpe de Galvarino, y al Hermano Rigoberto Queupul Calfiñir, de la Comunidad Nicolás Quintrel de Conoco Grande.

Acto seguido donde se cantó himno de acción de gracias del Te Deum, que tras finalizar se dio entre todos el saludo de la PAZ y posterior la culminación de la Acción de Gracias por el aniversario 212 de nuestro País.