Diócesis de Temuco

Misa Crismal 2023: Presbiterio de Diócesis de Temuco renovó sus promesas sacerdotales, junto al pueblo de Dios.

En esta Semana Santa, la tradicional celebración de la Misa Crismal, fue presidida por Monseñor Fernando Chomali Garib, Arzobispo de la Arquidiócesis de la Santísima Concepción y Metropolitano de la Provincia Eclesiástica de Concepción junto a sacerdotes y diáconos, en el Templo Catedral, el martes 04 de abril, celebración litúrgica donde cientos de feligreses de todas las parroquias de los decanatos de Victoria, Imperial, Victoria y Temuco Norte y Sur, como pueblo de Dios, participaron de la Eucaristía, donde acompañaron y oraron por sus sacerdotes.

En su homilía, Monseñor Chomalí, tras expresar su gratitud por la invitación, señaló: «Agradezco de corazón la invitación para venir a la querida Diócesis de Temuco para consagrar el Crisma y el Óleo de los Catecúmenos y de los Enfermos y también renovar las promesas sacerdotales del presbiterio (…) lo que vamos hacer es muy importante, es relevante, lejos el mejor servicio que le podemos ofrecer a la sociedad , el de anunciar el evangelio de Jesucristo, ya que no hay palabra más sanadora, no hay palabra que transforme más los corazones, de cada uno de nosotros y de nuestros actos y el mundo».

Destacó lo relevante de la celebración, expresando que: «Cada vez que ungimos con el Crisma a un bautizado, a un confirmado, a un sacerdotes u obispo, lo estamos introduciendo en esta comunidad, en este Pueblo de Dios que camina juntos al encuentro del Señor con esta misión maravillosa de ser portadores de paz, verdad, esperanza y justicia, que tanto necesitamos hoy».

Puntualizó sobre el acontecer de la sociedad y sus principios y valores imperantes, expresando que: «Hoy está la pobreza material que nos duele profundamente y también hay pobreza que es igual de dolorosa, la pobreza moral, la pobreza de falta del sentido de la vida (…)», enfatizando sus palabras, monseñor Fernando Chomalí, en decir que: «Debemos anunciar la liberación de los cautivos, como dice el papa Francisco, los cautivos de la globalización de la indiferencia, del individualismo, cautivos del orgullo y la poca capacidad de mirar más allá de nosotros mismos, no ver las injusticias y darle libertad a los oprimidos por tantas injusticias en la vida laboral, social y económica.»

Destacó que se posee una gran misión, que surge del proyecto de Dios, expresando que: » Tener vida en abundancia y esa vida es Él, porque nosotros ungidos por el Crisma nos hacemos parte de su vida, parte de Cristo».

En sus palabras, se refirió a la sociedad de hoy,  como: «Tan dispersa, donde hay tantas ofertas, tantos medios de comunicación, que la tarea del sacerdote es insustituible, es otro Cristo que está presente en medio del dolor, en medio del pueblo que lo acompaña». Mensaje que fue ratificado con el llamado a cuidar a nuestros sacerdotes, donde » Somos parte de una comunidad, tenemos una misión, el de santificar, de perdonar, de enseñar  y esta misión se hace juntos y para ustedes, por ello pidamos vocaciones sacerdotales, pidamos obreros al Señor a través de la oración, tenemos que volver a crecer en comunidad espiritual y pedir, insistentemente, porque ellos han sido ungidos, hemos sido ungidos para predicar, ungidos para perdonar y para convertir el Pan y el Vino en la Eucaristía».

Tras la homilía del Arzobispo de Concepción,  los sacerdotes renovaron sus promesas sacerdotales que asumieron al ser llamados al Orden Sagrado, Junto a la comunidad reunida, que fue invitada a orar por sus sacerdotes.

Presentación de los Santos Óleos

Al comenzar el ofertorio, fueron presentados al obispo los Santos Óleos, el primero fue el Óleo de los Catecúmenos, que es para  fortalecer a quienes serán bautizados, preparándose para las exigencias de la fe y protegiéndolo contra las insidias del maligno. Luego, fue presentado el Óleo de los Enfermos, que es materia del Sacramento de la Unción de los Enfermos, que robustece el cuerpo y el alma de aquellos que son aquejados por dolencias físicas, o de quienes sienten la debilidad propia de su edad avanzada.

Y el Santo Crisma, con el cual, se unge a los recién bautizados, los confirmados son sellados, se ungen las manos de los presbíteros, la cabeza de los obispos y se ungen los muros de las Iglesias y los altares en su Dedicación. Luego, se llevaron al Altar, el Pan y el vino, en manos de jóvenes de la pastoral universitaria.

Tras la bendición de los Óleos, se consagró el Santo Crisma junto a la oración » (…) sea Crisma de salvación para aquellos que hayan renacido del agua y del Espíritu Santo, y los haga partícipes de la vida eterna y herederos de la gloria celestial», elevada por monseñor Fernando Chomalí, mientras los Sacerdotes, extendieron su mano derecha hacia el Crisma, momento de mucha solemnidad y silencio.

 Al concluir la Misa Crismal, el Pbro. Juan Andrés Basly Erices, administrador diocesano, dirigió unas palabras y saludo de gratitud hacia monseñor Fernando Chomalí por presidir y acompañar al presbiterio en dicha celebración tan especial y hacia la comunidad de fieles reunida.

Finalizando con la bendición al son del canto Ave Regina Caelorum.