Del 10 al 14 de marzo, el clero diocesano de Temuco y nuestro Pastor Monseñor Héctor Eduardo Vargas Bastidas, han vivido un retiro espiritual en la casa de ejercicios, en la ciudad de Valdivia.
[dropcap]D[/dropcap]ías de mucha espiritualidad y oración, tal como señala el Equipo Comisión Diocesana del Clero, que manifiesta que: “Todo retiro espiritual es para encontrarse con el Señor, consigo mismo y con los demás. Porque Jesús habla desde nuestra realidad vivida por dentro, para ayudarnos a ver las cosas con sus mismos ojos y a vivirlas con su mismo corazón…La oración es una experiencia con el Señor, de un corazón que lo busca constantemente, porque en el corazón del creyente vive el hombre pleno, el hombre logrado, el hombre en plenitud, Cristo resucitado. Y la oración, la meditación, la contemplación nos hace meter, en una luz que poco a poco le hace descubrirse a uno de otra manera. Por eso el cristiano que ora, podrá descubrir que hay un camino de liberación. Descubrirá que sólo en un encuentro serio con Jesús, seremos capaces de entrar en la línea del hombre auténtico”.
Como un regalo de Dios resaltan lo vivido en esa semana: “Todo retiro es un regalo de Dios, y ese regalo es lo que hemos vivido durante todos estos días. Y nosotros como equipo de la Comisión Diocesana del Clero de Temuco, procuraremos seguir promocionando estos espacios espirituales para nuestros hermanos sacerdotes. Agradecemos al Padre José Antonio Atucha Abad, sacerdote diocesano de Valparaíso que nos ha dado luces para revisarse uno mismo como sacerdote y con la misión que la Iglesia nos encomienda”.