Muy queridos hermanos y hermanas en el Señor:
El querido Papa Francisco, sin mérito alguno de mi parte, ha querido trasladarme de una hermosa Iglesia del desierto y altiplánica, para servir como Pastor de la querida Iglesia de Temuco, y de este modo regresarme al sur de Chile que me vio nacer, y en donde recibí las aguas del bautismo.
Mi saludo se dirige a todos los fieles, tanto laicos como sacerdotes y consagrados, que día a día, aún en medio de desafíos, con tanta generosidad acompañan la fe de los hombres y mujeres de esa tierra; que con pasión por el Reino de Dios, testimonian y anuncian con gozo el Evangelio en las ciudades, pueblos, costa, campos y sectores cordilleranos. Mi admiración a esa Iglesia viva y samaritana, que tras las huellas de Jesús que no vino a ser servido, se desvela por desarrollar de múltiples formas, la dimensión social de la caridaden medio de los que sufren en el cuerpo y en el alma, a causa de diversos males y pecados personales, sociales y estructurales, que atentan contra la dignidad de la persona y la unidad de la familia;
Mi gratitud por su permanente presencia y acompañamiento de las esperanzas del pueblo mapuche; por el invaluable servicio educativo y de promoción humana en los distintos niveles de enseñanza; Mi alegría porque que en el contexto de la Misión Continental, desea salir como una Madre al encuentro de todos sus hijos,para que experimentando un encuentro profundo con el Señor, puedan tener verdadera vida en Él.
A otras confesiones cristianas mi saludo fraterno, y el anhelo de hacer entre todos cada vez más presente a Jesucristo, promoviendo los grandes valores del Evangelio. A Cuantos profesan otros credos, mi augurio de trabajar sin cesar por construir en la sociedad, la paz y la justicia que solo Dios puede dar.
A las Autoridades y Constructores de la Sociedad, ofrezco mi disponibilidad para colaborar desde la naturaleza de nuestra misión, en todo lo que favorezca el bien integral de las personas y de la comunidad, especialmente de los más pobres.
A mi hermano, Monseñor Manuel Camilo Vial, todo mi reconocimiento y gratitud por su incansable labor evangelizadora, por su amor y entrega a la Iglesia de Temuco, y por su testimonio de Pastor fiel.
Mientras nos acogemos al amor y auxilio de la Madre Dios, invoquemos sobre todos nosotros la bendición del Señor.
Con afecto de Padre y Pastor,
+Héctor Eduardo Vargas Bastidas, sdb
Obispo Electo de San José de Temuco
Arica, 13 de Mayo, en la Fiesta del Apóstol San Matías.